Hace unos años me sentía realmente cerca de Dios. Estaba creciendo en mi fe, hablando y caminando con Dios, y aunque las cosas no eran perfectas, la vida iba bien. Luego, durante el siguiente año más o menos, me sentí atascado en una rutina. Sentía que no estaba madurando en mi fe y que me estaba alejando de Dios. No fue hasta que probé los siguientes pasos que noté un cambio positivo en mi camino espiritual. Aquí hay tres pasos sencillos para profundizar tu relación con Dios, no importa cuán lejos te sientas.
Llegar a la gente
Puede ser fácil sentirse abrumado por la vida, pero en lugar de retener todo, busque ayuda. Si no sientes a Dios en tu vida como antes, no tengas miedo de acudir a Él. Dios conoce nuestros pensamientos más profundos y los deseos de nuestro corazón. No importa el tiempo que haya pasado desde que sintió realmente la presencia de Dios; por favor, sepa que llamarlo es la solución. Dios no nos aleja. Nos ama, nos persigue y quiere que crezcamos en nuestra relación con Él. Admitir que necesitamos la ayuda de Dios no es un signo de debilidad, sino que expresa el deseo de conocer mejor a Dios.
Limitar las distracciones
La vida está llena de muchas distracciones y, desgraciadamente, hay muchas cosas que pueden obstaculizar nuestro caminar con Dios. Los héroes de la Biblia no eran fuertes por su propio poder, pero la Biblia dice que caminaban con Dios. Tenían tentaciones y debilidades propias, pero su deseo de hacer la voluntad de Dios los dominaba. A veces, para caminar con Dios, necesitamos alejarnos de las cosas que nos alejan de Él.
Si hay algo en tu vida que tiene prioridad sobre el tiempo que pasas con Dios, considera ponerlo en segundo plano por un tiempo. Cuando las redes sociales o el entretenimiento o los planes futuros tienen prioridad, puede ser casi imposible encontrar espacio para Dios. Considera limitar la cantidad de tiempo que pasas en estas actividades y utiliza ese tiempo para crecer más cerca de Dios.
Sea intencional
Reserva un tiempo en el que puedas estar a solas con Dios en un lugar con pocas distracciones. Levantarse media hora antes para leer la Biblia y orar puede ser lo que te ayude a fortalecer tu relación con Cristo. O tal vez puedas escuchar una Biblia en audio o la radio mientras preparas la cena. Dios te encontrará donde estés y, como el Espíritu Santo mora en nosotros, podemos pasar tiempo con Dios en una variedad de lugares.
Santiago 4:8 (NLT) dice: «Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. Lavad vuestras manos, pecadores; purificad vuestros corazones, porque vuestra lealtad está dividida entre Dios y el mundo». Cuando busquemos a Dios con todo nuestro corazón y nos acerquemos a Él, volveremos a sentir su presencia. No hay mejor sensación que la de estar cerca de Dios y te animo a que le entregues todo a Él.